miércoles, 26 de febrero de 2020

Partida


Alguna vez dije que “Escribo entre dos mujeres”
Pero no.
Ahora sé
que estoy partida.
Soy la que racionaliza analíticamente,
la que todo lo comprende y significa,
Tanto como soy la que no puede hablar,
la que no tiene palabra
Y es entonces su cuerpo el que se retuerce,
se tortura, se desangra
Ante el silencio y la censura que la habitan.
Soy la amante,
Y la que materna.
Soy la aventurera, que viaja y escribe,
Y la que añora el hogar, el nido y la compañía.
Soy la que huye y regresa.
Soy la valiente, la que se lleva todo por delante,
La que sigue ante cualquier obstáculo,
La voluntad, la aplanadora,
Y soy la que tiene miedo al castigo, la que sigue tratando de pagar un costo,
La que ofrenda sufrimiento a un altar en el que hace rato ya no reza.
Ahora sé
Que no hay reconciliación conmigo misma.
Creí, como creen las ingenuas, que algún hombre, algún amor saturaría
mi contradicción, mi conflicto, mi escisión.
Una frase dice que un día alguien te abrazará tan fuerte
Que tus partes rotas
volverán a unirse.
Pero no.
¿Cómo?
Si nunca estuvieron unidas.
Nunca fuimos unx. Nunca fui una.
Fui desde siempre esta que está partida.
La que se expresa y la que vomita.
La que se arroja y la que se reprime.
La que vorazmente devora su erotismo
Y la que produce feroces estigmas.
Soy la libre, liberada, superada
Y la prisionera, la moralista, la normativa.
Soy el puto, el promiscuo, la fiesta
Y soy la fiel, la monógama, la univira.
Partida.
Estoy partida.
Quisiera ser solo esta que escribe
Que se sabe abierta al mundo más que escindida
Pero si soy un ser de las profundidades
Es porque una grieta me habita
Que me fragiliza,
Que me quema adentro,
Que sale cual erupción de potencia a la superficie,
Que me incendia, me insomnia, me suicida
Y otra me resucita,
Igual de partida,
Pero más vieja
Y más sabia.
Con el sabor dulce de lo vivido,
Y la amargura de sus ilusiones fallidas.
Socrática respecto de sí misma
Desconocida,
Incierta,
Extática,
Precaria,
En carne viva.
La que te ama y te odia.
La que te desea y no te soporta.
La que se ama y no se soporta.
La orgullosa de sus logros,
La avergonzada de sus fallas.
La castigadora y la todocomprensiva.
la solitaria y la gregaria.
La feminista y la catequista.
La que avasalla y la que aloja.
La que solo busca libertad.
La que solo quiere seguridad.
La que hechiza y decepciona.
La hechizada y decepcionada.
La que quiere seguir,
La que quiere decir basta.
La que se afirma en el ahora,
La que siempre se escapa.
La que desea el deseo,
A la que el deseo siempre engaña.
La excelente en todo lo que se propone ser,
La que siempre se siente de lo que persiguió, esclava.
La prisionera emancipada,
La emancipada que añora sus cadenas.
La que nunca quiso ser niña,
La que su idealizada niñez extraña.
A la que el futuro la arrebata
Y vive temiendo la sombra de su pasado.
La que está siempre apurada
Sin saber a dónde va.
A la que la vida la sopapea
Y le abre caminos más interesantes que los que proyectaba.
No sin dolor. No sin dolor.
La que se ahoga, la que se inmola,
La que en el mar del sentir como pez nada.
La confesora para todos, la estúpidamente confesional.
Partida.
Entre un don irrefrenable de palabra
Y una terrible tendencia a la afasia
Para con todo eso que de mí no reconozco
Eso que también soy
La ceguera de la carne,
La luz cegadora de la mente.
La iluminada, la medieval,
La hija obediente,
La hija rebelde.
La distinta,
La igual que cualquiera.
La cualquiera.
Partida.
Porque no habrá
Reconciliación
conmigo misma.
De erupción en erupción,
piel que se abre pidiendo aire
para avivar el fuego de sus entrañas.
Chispa que enciende el motor de la existencia
Cicatriz de ser que no se cierra.
Fractura paradójica de lo que no es hueso
Pero es columna
Es eje
Que gira, que marea, que revoluciona
Sin sol ni centro,
Pero solo quiere ser tierra,
Ser árbol,
Estirar sus verdes ramas,
Dar fruto
Y arrancarse de sus raíces a la vez.
Entre fresquísimos inviernos y agobiantes veranos,
Quiere ser primavera siempre,
Flor que no muere,
Pétalo que no se cae,
Pero ¿por qué podría ella
-yo-
escapar a su naturaleza,
a su ser conciencia
a un inconsciente adherida
como su sangre a sus venas?