Para Cristián, Juan Pablo, Rodrigo, Tomás, Marcela,
Sharlene, Carlos, Adrián, María y Melanie
Estábamos
en una fiesta en Santiago, bailando todxs, juntxs, felices.
Pasan un
tema de Scissors Sisters y me emociono por dentro porque recuerdo haber puesto
algunos de sus temas en casa, sola, para acompañar con un poco de baile una
lavada de platos o el estar poniendo orden en la casa… poner esos temas que
suelo bailar con mis amigxs chilenos –Cristián, Rodrigo, Juan Pablo, la Marce, Tomás,
Carlos, Sharlene- para recordarlxs, extrañarlxs, desear pronto verlxs de nuevo.
Y llega
agosto y nos vemos… la alegría maravillosa de nuestro reencuentro anual.
Y nos vamos
a bailar! Y pasan el tema que bailé sola añorando estar con ellxs… y estoy
ahora, con ellxs, bailando.
Me estoy
contando a mí misma todo esto mientras bailo y de repente suena ahora nuestro
himno: “I want to break free” de Queen. No puedo más de la emoción… le digo a
Juan Pablo y a Cristián lo que siento… me miran y me sonríen porque me
entienden, entienden todo, mientras también ellos se entregan a la voz de
Freddie y la letra de nuestro manifiesto: “I want to break free.”
El mismo
Queen de “Friends will be Friends”, como si entre estos dos temas se nombrara
todo lo que nos une… una amistad en la libertad… un compañerismo, un
acompañarnos… ser compañerxs en la libertad.
Bailo
perdida en la noche, disfrutando de mis amigxs, del momento, de este estar
fuera de mis espacios normales pero en uno de mis espacios más íntimos. Ese
espacio con mis amigxs en el que tiempo nunca alcanza… pero no pienso en eso.
Pienso en esa temporalidad deliciosa de la noche entregada a la noche misma con
ellxs.
Bailo con
los ojos cerrados… disfruto dejar que mi cuerpo elija el movimiento… estiro los
brazos, paso las manos por mi pelo, abro despacio los ojos y veo, encuentro, a
mi amigo con los ojos cerrados, también perdido en la música y la noche,
bailando adelante mío y sonrío… una felicidad me explota por dentro: eso, esto
quiero. Bailar con los ojos cerrados y abrirlos para ver a mi amigo disfrutando
conmigo. Lo veo y lo adoro. Lo abrazo. Algo nos decimos sin escuchar realmente
las palabras porque ya entendimos. Abrazo a mi amigo que baila conmigo. Ese que
tanto extraño. Estos que tanto amo.
Queen tiene
otro hermoso tema… “You’re my best friend.” Parece un tema dedicado a un amor, unx amante,
una pareja.
¿Será que
hay un punto en el que el amor, el amor en la libertad, se parece a la amistad?
¿Será que
la amistad, la amistad en la libertad, se parece al amor?
Entre otras
cosas, el tema repite una y otra vez: “Oh, you make me live…”
Amor,
amistad, y “me hacés vivir”… con ese “Oh” delante de celebración, de
agradecimiento, de rezo a lxs diosxs del Eros a lxs que nos entregamos…
Esos
caminos de la libertad, mejor dicho, esos caminos de la búsqueda de la
libertad, que son difíciles y sinuosos, que son desconocidos y que no ofrecen
garantías, pero que cuando se transitan con amigxs… con esa experiencia más
abierta entre el amor y la amistad… alguna vez dije que una se enamora de sus
amigxs… quizás también las mejores formas del amor se viven como modos de la
amistad.
“Oh,
ustedes me hacen vivir” podría haber cantado también en esa noche plena de
reencuentro con mis amigxs. Si estoy con ustedes hay música, hay canto, hay
cuerpo entregado a la feliz promiscuidad que juntxs somos.
Como camino
al Elqui, seis personas, una arriba de la otra en el auto por seis horas… entre
cantar y charlar, entre discutir y reír… camino a un valle maravilloso en el
que recibimos el nuevo año entregados a la oscuridad del mundo común y la luz
milagrosa de las estrellas… con el río sonando a lo lejos, meciéndonos
abrazados, hasta que el ritual de amor, amistad y nueva vida se completa. Un
champagne que acompaña nuestra fiesta desde las copas que se chocan y festejan
que juntxs terminamos y que juntxs recomenzamos el año.
Entre
querer irrumpir en la libertad, ser amigxs que serán amigxs y que ustedes me
hagan vivir, me ha colmado la vida, la fortuna, el azar y el encuentro de
partes de mi cuerpo que viven a kilómetros de distancia… me siento tironeada
hacia el otro lado de los Andes por mis otrxs miembrxs que reclaman unirse a mi
cuerpo. Carne de mi carne, amores de mis amores, me tira, me demanda.
Lejos de un
cuerpo torturado por su posible mutilación –aunque los extraño y mi carne por
momentos se desgarra- me siento un cuerpo estirándose para abarcar todo esto
que vivo y siento con ustedes… como en una noche de baile, con los ojos
cerrados y los brazos abiertos…
Es que ustedes,
¡oh, amigxs míxs, me hacen vivir!
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